Exhortación
Confesión
Absolución
Padrenuestro
Salmos
1ª Lección
Cántico 1
2ª Lección
Cántico 2
Credo
Oraciones
Colectas
Bendición

Oración Vespertina

Fecha: 26 de marzo de 2025

Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma

Exhortación General

Muy amados hermanos, las Sagradas Escrituras nos exhortan en muchos lugares a confesar y reconocer la multitud de nuestros pecados y maldades, y a no disimularlas ni ocultarlas ante nuestro Dios y Padre celestial, sino a confesarlas con un corazón humilde, contrito y penitente, para alcanzar el perdón de ellas por su infinita bondad y misericordia. Y aunque en todo tiempo debemos hacer una humilde confesión de nuestras culpas ante su divina presencia, esta obligación es especialmente necesaria cuando nos reunimos para darle gracias por los grandes e inefables beneficios que recibimos de su generosa mano, para proclamar su alabanza, escuchar su santa Palabra y pedirle todo lo necesario, tanto para el cuerpo como para el alma. Por tanto, les ruego a todos los que están aquí presentes que, con un corazón verdaderamente humillado, me acompañen diciendo:

Confesión General

Padre Todopoderoso y misericordioso, nos hemos desviado de tus caminos como ovejas perdidas. Hemos seguido demasiado los deseos y anhelos de nuestro propio corazón. Hemos quebrantado tus santos mandamientos. No hemos hecho lo que debíamos hacer, y hemos hecho lo que no debíamos y no hay salud en nosotros. Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, miserables pecadores. Perdona a quienes confiesan sus faltas. Restablece a los que se arrepienten, según tus promesas declaradas a la humanidad en Cristo Jesús, nuestro Señor. Y por amor a él, concédenos, oh Padre misericordioso, que de ahora en adelante vivamos una vida piadosa, justa y sobria, para la gloria de tu santo Nombre. Amén.

Absolución

El Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y que ha otorgado poder y mandato a sus ministros para declarar y pronunciar al pueblo arrepentido la absolución y el perdón de sus pecados: Él perdona y absuelve a todos los que verdaderamente se arrepienten y sinceramente creen en su evangelio. Por lo tanto, roguémosle que nos conceda un verdadero arrepentimiento y su Santo Espíritu, para que las obras que ahora realizamos le sean agradables, y para que nuestra vida de aquí en adelante sea pura y santa, de modo que finalmente podamos gozar de su gloria eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Señor, abre nuestros labios.

Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Señor, apresúrate a socorrernos.

Señor, date prisa en ayudarnos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabado sea el Señor.

El nombre del Señor sea alabado.

Salmo 119:145–176

145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, y guardaré tus estatutos.
146 A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipé al alba y clamé; esperé en tu palabra.
148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
149 Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.
151 Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los has establecido.
153 Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado.
154 Aboga mi causa y redímeme; vivifícame con tu dicho.
155 Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová; vivifícame conforme a tus juicios.
157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, mas de tus testimonios no me he apartado.
158 Veía a los traidores y me disgustaba, porque no guardaban tus dichos.
159 Mira que amo tus preceptos; oh Jehová, vivifícame conforme a tu misericordia.
160 La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.
161 Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162 Me regocijo yo en tu dicho, como el que halla muchos despojos.
163 La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.
164 Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu salvación he esperado, oh Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra.
167 Mi alma ha guardado tus testimonios y los he amado en gran manera.
168 He guardado tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.
169 Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.
170 Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
172 Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
173 Venga tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido.
174 He deseado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi deleite.
175 Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden.
176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Lección

Jueces 19

1 Y aconteció que en aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un varón levita que moraba como forastero en los extremos de los montes de Efraín, el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá.
2 Y su concubina cometió adulterio contra él, y se fue de él a casa de su padre, a Belén de Judá, y estuvo allá por espacio de cuatro meses.
3 Y se levantó su marido y fue tras ella para hablarle al corazón y hacerla volver, llevando consigo a su criado y un par de asnos; y ella lo hizo entrar en la casa de su padre.
4 Y cuando lo vio el padre de la joven, salió a recibirlo gozoso; y lo detuvo su suegro, y se quedó con él tres días, comiendo y bebiendo, y posó allí.
5 Y sucedió al cuarto día, cuando se levantaron de mañana, que se levantó el levita para irse, y el padre de la joven dijo a su yerno: Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis.
6 Y se sentaron, y los dos comieron y bebieron juntos Y el padre de la joven dijo al varón: Yo te ruego que quieras pasar la noche, y se alegrará tu corazón.
7 Y levantándose el varón para irse, su suegro le insistió para que volviera y pasara allí la noche.
8 Y al quinto día, levantándose de mañana para irse, le dijo el padre de la joven: Conforta ahora tu corazón Y se detuvieron hasta que ya declinaba el día y comieron ambos juntos.
9 Y el varón se levantó para irse, él y su concubina y su criado Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí ahora el día declina para ponerse el sol; te ruego que paséis aquí la noche He aquí que el día se acaba, pasa aquí la noche, para que se alegre tu corazón; y mañana os levantaréis temprano para seguir vuestro camino, y te irás a tu tienda.
10 Pero el varón no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó y partió, y llegó frente a Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos enalbardados y con su concubina.
11 Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vayamos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche.
12 Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros que no sea de los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa Y dijo a su criado:
13 Ven, acerquémonos a uno de esos lugares para pasar la noche en Gabaa o en Ramá.
14 Y pasaron y fueron, y se les puso el sol junto a Gabaa, que era de Benjamín.
15 Y se apartaron de allí para entrar a pasar la noche en Gabaa; y entrando, se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los acogiera en casa para pasar la noche.
16 Y he aquí un hombre viejo que al anochecer venía de su trabajo en el campo, el cual era de los montes de Efraín y moraba como forastero en Gabaa, pero los moradores de aquel lugar eran hijos de Benjamín.
17 Y alzando los ojos, vio a aquel caminante en la plaza de la ciudad, y el hombre viejo le dijo: ¿Adónde vas y de dónde vienes?
18 Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a los extremos de los montes de Efraín, de donde yo soy; y partí para Belén de Judá, y voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa,
19 aunque nosotros tenemos tanto paja como forraje para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no tenemos necesidad de ninguna cosa.
20 Y el hombre viejo dijo: Paz sea contigo; toda tu necesidad sea solamente a mi cargo, con tal que no pases la noche en la plaza.
21 Y metiéndolos en su casa, dio de comer a sus asnos; y ellos se lavaron los pies, y comieron y bebieron.
22 Y cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres hijos de Belial, cercaron la casa y golpearon las puertas, diciendo al hombre viejo, dueño de la casa: Saca al hombre que ha entrado en tu casa para que lo conozcamos.
23 Y saliendo a ellos aquel hombre, dueño de la casa, les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal, puesto que este hombre ha entrado en mi casa; no hagáis esta infamia.
24 He aquí mi hija virgen y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas, pues, y haced con ellas como os parezca, pero no hagáis a este hombre cosa tan infame.
25 Mas aquellos hombres no lo quisieron oír; por lo que tomando aquel hombre levita a su concubina, la sacó fuera a ellos; y ellos la conocieron, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y la dejaron cuando apuntaba el alba.
26 Y al amanecer, la mujer vino y cayó a la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de día.
27 Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí, la mujer, su concubina, estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral.
28 Y él le dijo: Levántate, y vámonos Pero no hubo respuesta Entonces el hombre, echándola sobre su asno, se levantó y se fue a su lugar.
29 Y llegando a su casa, tomó un cuchillo, y echó mano de su concubina, y la despedazó por sus huesos en doce partes, y la envió por todos los términos de Israel.
30 Y sucedió que todo el que lo veía, decía: Jamás se ha hecho ni visto tal cosa desde el tiempo que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta hoy Considerad esto, tomad consejo y hablad.

CANTATE DOMINO

Salmo 98
1
Cantad a Jehová cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.
2
Jehová ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia.
3
Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4
Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.
5
Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico.
6
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, delante del rey Jehová.
7
Brame el mar y su plenitud, el mundo y los que en él habitan;
8
Los ríos batan las manos, los montes todos hagan regocijo
9
Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Segunda Lección

2 Timoteo 4

1 Te requiero yo, pues, delante de Dios y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino:
2 predica la palabra, insta a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
3 Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
6 Porque yo ya estoy para ser derramado en libación, y el tiempo de mi partida está cercano.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
9 Procura venir pronto a mí,
10 porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.
11 Sólo Lucas está conmigo Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio.
12 A Tíquico envié a Éfeso.
13 Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.
14 Alejandro, el calderero, me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.
15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera ha resistido a nuestras palabras.
16 En mi primera defensa nadie me ayudó, sino que todos me desampararon; no les sea imputado.
17 Pero el Señor me ayudó y me fortaleció, para que por mí fuera cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyeran; y fui librado de la boca del león.
18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial; a quien sea la gloria por los siglos de los siglos Amén.
19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo.
20 Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo.
21 Procura venir antes del invierno Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia, y todos los hermanos.
22 El Señor Jesucristo sea con tu espíritu La gracia sea con vosotros Amén.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Salutación y Kyrie

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Oremos.


Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén.

Señor, muéstranos tu misericordia.

Y concédenos tu salvación.

Señor, salva a los gobernantes.

Y escúchanos clementemente cuando te invocamos.

Llena a tus ministros de virtudes.

Y da alegría a tu pueblo elegido.

Señor Dios, defiende a tu pueblo.

Y bendice tu heredad.

Danos paz en nuestros días, oh Señor.

Porque no hay otro que luche por nosotros, sino tú, oh Dios.

Oh Dios, purifica nuestros corazones.

Y no apartes de nosotros tu Santo Espíritu.

Colecta del Día

Te suplicamos, Dios Todopoderoso, que mires los deseos sinceros de tus humildes siervos, y extiendas la diestra de tu Majestad para ser nuestra defensa contra todos nuestros enemigos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

La segunda colecta de la Oración Vespertina

Oh Dios, de quien proceden todos los deseos santos, los buenos consejos y las obras justas; concede a tus siervos la paz que el mundo no puede dar, para que nuestros corazones se dispongan a obedecer tus mandamientos y, al ser defendidos por ti del temor de nuestros enemigos, podamos vivir en reposo y tranquilidad. Por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador. Amén.

La tercera colecta, para pedir ayuda contra todos los peligros

Aclara nuestras tinieblas, te suplicamos, oh Señor, y por tu gran misericordia defiéndenos de todos los peligros y riesgos de esta noche, por amor de tu único Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Amén.

Oración por las Autoridades Civiles

Dios Todopoderoso, cuyo reino es eterno y cuyo poder es infinito: ten misericordia de toda esta tierra, y gobierna de tal manera los corazones de todos los que tienen autoridad [especialmente — ], para que, reconociendo de quién son ministros, busquen sobre todas las cosas tu honor y gloria; y para que nosotros, junto con todo el pueblo, considerando debidamente de quién proviene la autoridad que ellos ejercen, los honremos fiel y obedientemente, conforme a tu bendita palabra y ordenanza. Por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración por el Clero y la Congregación

Dios Todopoderoso y eterno, que eres el único que hace grandes maravillas; envía sobre nuestros obispos y pastores, y sobre todas las congregaciones a su cargo, el saludable Espíritu de tu gracia; y para que realmente te agraden, derrama sobre ellos el rocío continuo de tu bendición. Concede esto, oh Señor, por el honor de nuestro abogado y mediador, Jesucristo. Amén.

Oración de San Juan Crisóstomo

Dios Todopoderoso, que nos has dado gracia para que en este momento te presentemos nuestras súplicas en común; y has prometido que cuando dos o tres estén congregados en tu nombre, les concederás sus peticiones: cumple ahora, oh Señor, los deseos y peticiones de tus siervos, según les convenga más, concediéndonos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero la vida eterna. Amén.

2 Corintios 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Día Anterior Hoy Día Siguiente