Exhortación
Confesión
Absolución
Padrenuestro
Salmos
1ª Lección
Cántico 1
2ª Lección
Cántico 2
Credo
Oraciones
Colectas
Bendición

Oración Vespertina

Fecha: 15 de marzo de 2025

Sábado de la Primera Semana de Cuaresma

Exhortación General

Muy amados hermanos, las Sagradas Escrituras nos exhortan en muchos lugares a confesar y reconocer la multitud de nuestros pecados y maldades, y a no disimularlas ni ocultarlas ante nuestro Dios y Padre celestial, sino a confesarlas con un corazón humilde, contrito y penitente, para alcanzar el perdón de ellas por su infinita bondad y misericordia. Y aunque en todo tiempo debemos hacer una humilde confesión de nuestras culpas ante su divina presencia, esta obligación es especialmente necesaria cuando nos reunimos para darle gracias por los grandes e inefables beneficios que recibimos de su generosa mano, para proclamar su alabanza, escuchar su santa Palabra y pedirle todo lo necesario, tanto para el cuerpo como para el alma. Por tanto, les ruego a todos los que están aquí presentes que, con un corazón verdaderamente humillado, me acompañen diciendo:

Confesión General

Padre Todopoderoso y misericordioso, nos hemos desviado de tus caminos como ovejas perdidas. Hemos seguido demasiado los deseos y anhelos de nuestro propio corazón. Hemos quebrantado tus santos mandamientos. No hemos hecho lo que debíamos hacer, y hemos hecho lo que no debíamos y no hay salud en nosotros. Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, miserables pecadores. Perdona a quienes confiesan sus faltas. Restablece a los que se arrepienten, según tus promesas declaradas a la humanidad en Cristo Jesús, nuestro Señor. Y por amor a él, concédenos, oh Padre misericordioso, que de ahora en adelante vivamos una vida piadosa, justa y sobria, para la gloria de tu santo Nombre. Amén.

Absolución

El Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y que ha otorgado poder y mandato a sus ministros para declarar y pronunciar al pueblo arrepentido la absolución y el perdón de sus pecados: Él perdona y absuelve a todos los que verdaderamente se arrepienten y sinceramente creen en su evangelio. Por lo tanto, roguémosle que nos conceda un verdadero arrepentimiento y su Santo Espíritu, para que las obras que ahora realizamos le sean agradables, y para que nuestra vida de aquí en adelante sea pura y santa, de modo que finalmente podamos gozar de su gloria eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Señor, abre nuestros labios.

Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Señor, apresúrate a socorrernos.

Señor, date prisa en ayudarnos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabado sea el Señor.

El nombre del Señor sea alabado.

Salmo 78

1 Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
2 Abriré en parábolas mi boca; declararé enigmas que son desde la antigüedad,
3 los cuales hemos oído y entendido, y que nuestros padres nos contaron.
4 No los encubriremos a sus hijos, a la generación venidera contaremos las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y las maravillas que hizo.
5 Él estableció testimonio en Jacob y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificaran a sus hijos.
6 para que lo sepa la generación venidera, los hijos que nacerán; estos se levantarán, y lo contarán a sus hijos,
7 a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, y guarden sus mandamientos,
8 y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu.
9 Los hijos de Efraín, arqueros armados, volvieron las espaldas en el día de la batalla.
10 No guardaron el pacto de Dios ni quisieron andar en su ley,
11 sino que se olvidaron de sus obras y de sus maravillas que les había mostrado.
12 Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
13 Dividió el mar y los hizo pasar, y detuvo las aguas como en un montón.
14 Y los guio de día con nube y toda la noche con luz de fuego.
15 Hendió las peñas en el desierto y les dio a beber como de grandes abismos,
16 y sacó de la peña corrientes e hizo descender aguas como ríos.
17 Pero aún volvieron a pecar contra él, rebelándose contra el Altísimo en el desierto.
18 Pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto.
19 Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios poner mesa en el desierto?
20 He aquí, ha herido la peña, y fluyeron aguas, y torrentes inundaron la tierra ¿Podrá también dar pan? ¿Dispondrá carne para su pueblo?
21 Por tanto, lo oyó Jehová y se indignó; y se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel,
22 por cuanto no habían creído a Dios ni habían confiado en su salvación;
23 aunque mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos,
24 e hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio trigo de los cielos.
25 Pan de poderosos comió el hombre; les envió comida hasta saciarlos.
26 Movió el viento del este en el cielo, y trajo con su fortaleza el viento del sur,
27 e hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves aladas como arena del mar.
28 Y las hizo caer en medio del campamento de ellos, alrededor de sus tiendas.
29 Y comieron, y se saciaron mucho; les cumplió, pues, su deseo.
30 No habían aún quitado de sí su deseo, aún estaba su comida en su boca,
31 cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató a los más robustos de ellos, y derribó a los escogidos de Israel.
32 Con todo esto, pecaron aún y no dieron crédito a sus maravillas.
33 Entonces consumió en vanidad sus días y sus años en tribulación.
34 Si los mataba, entonces lo buscaban; entonces se volvían y buscaban a Dios de mañana.
35 Y se acordaban de que Dios era su roca, y el Dios Altísimo su redentor.
36 Pero lo lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían;
37 pues sus corazones no eran rectos con él ni estuvieron firmes en su pacto.
38 Pero él, misericordioso, perdonaba la iniquidad y no los destruía; y apartó muchas veces su ira, y no despertó todo su enojo.
39 Y se acordó de que eran carne, soplo que va y no vuelve.
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, lo enojaron en la soledad!
41 Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.
42 No se acordaron de su mano, del día que los redimió de la angustia,
43 cuando puso en Egipto sus señales y sus maravillas en el campo de Zoán;
44 y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, para que no bebieran.
45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban y ranas que los destruían.
46 Dio también a la oruga sus frutos y sus trabajos a la langosta.
47 Sus viñas destruyó con granizo y sus higuerales con aguaceros,
48 y entregó al granizo sus bestias y sus ganados a los rayos.
49 Envió sobre ellos el furor de su ira, indignación y enojo y angustia, y un ejército de ángeles malos.
50 Dispuso camino a su furor; no eximió la vida de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad.
51 E hirió a todo primogénito en Egipto, las primicias de sus fuerzas en las tiendas de Cam.
52 Pero hizo salir a su pueblo como a ovejas y los llevó por el desierto como a un rebaño.
53 Y los guio con seguridad, de modo que no tuvieron miedo; y el mar cubrió a sus enemigos.
54 Y los trajo a los términos de su santuario, en este monte que ganó su mano derecha.
55 Y echó a las naciones de delante de ellos, y les repartió una herencia con cuerdas, e hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.
56 Pero tentaron y se rebelaron contra el Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios,
57 sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso.
58 Y lo enojaron con sus lugares altos, y lo provocaron a celo con sus esculturas.
59 Lo oyó Dios y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.
60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;
61 y entregó a cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo.
62 Entregó también su pueblo a espada y se airó contra su heredad.
63 El fuego devoró a sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
64 Sus sacerdotes cayeron a espada y sus viudas no hicieron lamentación.
65 Entonces despertó el Señor como quien duerme, como un valiente que grita excitado por el vino,
66 e hirió a sus enemigos por detrás; les dio perpetua afrenta.
67 Y desechó la tienda de José y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que escogió a la tribu de Judá, el monte Sion, al cual amó.
69 Y edificó como alturas su santuario, como la tierra que cimentó para siempre.
70 Y eligió a David, su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas;
71 de detrás de las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob, su pueblo, y a Israel, su heredad.
72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, y los pastoreó con la pericia de sus manos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Lección

Josué 23

1 Y aconteció, muchos días después que Jehová dio reposo a Israel de todos sus enemigos de alrededor, que Josué, siendo viejo y entrado en años,
2 llamó a todo Israel, a sus ancianos, y a sus cabezas, y a sus jueces, y a sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo, entrado en años;
3 y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones en vuestra presencia, porque Jehová vuestro Dios ha peleado por vosotros.
4 Mirad, os he repartido por suerte estas naciones que quedan en herencia para vuestras tribus, desde el Jordán, y todas las naciones que he destruido hasta el mar Grande, hacia donde se pone el sol.
5 Y Jehová vuestro Dios las echará de vuestra presencia y las desposeerá de delante de vosotros; y vosotros poseeréis sus tierras, como Jehová vuestro Dios os ha dicho.
6 Esforzaos, pues, mucho en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a la derecha ni a la izquierda,
7 para que no os juntéis con estas naciones que han quedado con vosotros, y no hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos;
8 sino que a Jehová vuestro Dios os allegaréis, como habéis hecho hasta hoy.
9 Pues Jehová ha desposeído delante de vosotros a naciones grandes y fuertes, y en cuanto a vosotros, hasta hoy nadie ha podido mantenerse en pie delante de vosotros.
10 Un varón de vosotros perseguirá a mil, porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como él os dijo.
11 Guardad, pues, mucho vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios.
12 Porque si os apartareis de alguna manera y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, y os uniereis a ellas y ellas a vosotros,
13 sabed ciertamente que Jehová vuestro Dios no continuará desposeyendo a estas naciones de delante de vosotros, sino que os serán por lazo, y por tropiezo, y por azote en vuestros costados, y por espinas en vuestros ojos, hasta que perezcáis de sobre esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado.
14 Y he aquí que yo estoy para irme hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han venido, no ha faltado ni una de ellas.
15 Pero sucederá que como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os había dicho, así también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado,
16 cuando traspaséis el pacto de Jehová vuestro Dios, que él os ha mandado, yendo y sirviendo a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos Entonces el furor de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis pronto de esta buena tierra que él os ha dado.

CANTATE DOMINO

Salmo 98
1
Cantad a Jehová cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.
2
Jehová ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia.
3
Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4
Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.
5
Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico.
6
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, delante del rey Jehová.
7
Brame el mar y su plenitud, el mundo y los que en él habitan;
8
Los ríos batan las manos, los montes todos hagan regocijo
9
Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Segunda Lección

2 Tesalonicenses 1

1 Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo y el amor de cada uno de todos vosotros abunda para con los demás;
4 de manera que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis;
5 esto es una demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
6 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan,
7 y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
10 cuando venga para ser glorificado en sus santos y ser admirado en aquel día en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con poder,
12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Salutación y Kyrie

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Oremos.


Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén.

Señor, muéstranos tu misericordia.

Y concédenos tu salvación.

Señor, salva a los gobernantes.

Y escúchanos clementemente cuando te invocamos.

Llena a tus ministros de virtudes.

Y da alegría a tu pueblo elegido.

Señor Dios, defiende a tu pueblo.

Y bendice tu heredad.

Danos paz en nuestros días, oh Señor.

Porque no hay otro que luche por nosotros, sino tú, oh Dios.

Oh Dios, purifica nuestros corazones.

Y no apartes de nosotros tu Santo Espíritu.

Colecta del Día

Oh Señor, que por nosotros ayunaste cuarenta días y cuarenta noches: Danos gracia para usar tal abstinencia, de modo que, estando nuestra carne sometida al Espíritu, obedezcamos siempre tus piadosas mociones en justicia y verdadera santidad, para tu honor y gloria, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La segunda colecta de la Oración Vespertina

Oh Dios, de quien proceden todos los deseos santos, los buenos consejos y las obras justas; concede a tus siervos la paz que el mundo no puede dar, para que nuestros corazones se dispongan a obedecer tus mandamientos y, al ser defendidos por ti del temor de nuestros enemigos, podamos vivir en reposo y tranquilidad. Por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador. Amén.

La tercera colecta, para pedir ayuda contra todos los peligros

Aclara nuestras tinieblas, te suplicamos, oh Señor, y por tu gran misericordia defiéndenos de todos los peligros y riesgos de esta noche, por amor de tu único Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Amén.

Oración por las Autoridades Civiles

Dios Todopoderoso, cuyo reino es eterno y cuyo poder es infinito: ten misericordia de toda esta tierra, y gobierna de tal manera los corazones de todos los que tienen autoridad [especialmente — ], para que, reconociendo de quién son ministros, busquen sobre todas las cosas tu honor y gloria; y para que nosotros, junto con todo el pueblo, considerando debidamente de quién proviene la autoridad que ellos ejercen, los honremos fiel y obedientemente, conforme a tu bendita palabra y ordenanza. Por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración por el Clero y la Congregación

Dios Todopoderoso y eterno, que eres el único que hace grandes maravillas; envía sobre nuestros obispos y pastores, y sobre todas las congregaciones a su cargo, el saludable Espíritu de tu gracia; y para que realmente te agraden, derrama sobre ellos el rocío continuo de tu bendición. Concede esto, oh Señor, por el honor de nuestro abogado y mediador, Jesucristo. Amén.

Oración de San Juan Crisóstomo

Dios Todopoderoso, que nos has dado gracia para que en este momento te presentemos nuestras súplicas en común; y has prometido que cuando dos o tres estén congregados en tu nombre, les concederás sus peticiones: cumple ahora, oh Señor, los deseos y peticiones de tus siervos, según les convenga más, concediéndonos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero la vida eterna. Amén.

2 Corintios 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Día Anterior Hoy Día Siguiente