Exhortación
Confesión
Absolución
Padrenuestro
Salmos
1ª Lección
Cántico 1
2ª Lección
Cántico 2
Credo
Oraciones
Colectas
Bendición

Oración Vespertina

Fecha: 4 de julio de 2025

Viernes en la Tercera Semana después de la Trinidad

Exhortación General

Muy amados hermanos, las Sagradas Escrituras nos exhortan en muchos lugares a confesar y reconocer la multitud de nuestros pecados y maldades, y a no disimularlas ni ocultarlas ante nuestro Dios y Padre celestial, sino a confesarlas con un corazón humilde, contrito y penitente, para alcanzar el perdón de ellas por su infinita bondad y misericordia. Y aunque en todo tiempo debemos hacer una humilde confesión de nuestras culpas ante su divina presencia, esta obligación es especialmente necesaria cuando nos reunimos para darle gracias por los grandes e inefables beneficios que recibimos de su generosa mano, para proclamar su alabanza, escuchar su santa Palabra y pedirle todo lo necesario, tanto para el cuerpo como para el alma. Por tanto, les ruego a todos los que están aquí presentes que, con un corazón verdaderamente humillado, me acompañen diciendo:

Confesión General

Padre Todopoderoso y misericordioso, nos hemos desviado de tus caminos como ovejas perdidas. Hemos seguido demasiado los deseos y anhelos de nuestro propio corazón. Hemos quebrantado tus santos mandamientos. No hemos hecho lo que debíamos hacer, y hemos hecho lo que no debíamos y no hay salud en nosotros. Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, miserables pecadores. Perdona a quienes confiesan sus faltas. Restablece a los que se arrepienten, según tus promesas declaradas a la humanidad en Cristo Jesús, nuestro Señor. Y por amor a él, concédenos, oh Padre misericordioso, que de ahora en adelante vivamos una vida piadosa, justa y sobria, para la gloria de tu santo Nombre. Amén.

Absolución

El Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y que ha otorgado poder y mandato a sus ministros para declarar y pronunciar al pueblo arrepentido la absolución y el perdón de sus pecados: Él perdona y absuelve a todos los que verdaderamente se arrepienten y sinceramente creen en su evangelio. Por lo tanto, roguémosle que nos conceda un verdadero arrepentimiento y su Santo Espíritu, para que las obras que ahora realizamos le sean agradables, y para que nuestra vida de aquí en adelante sea pura y santa, de modo que finalmente podamos gozar de su gloria eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Señor, abre nuestros labios.

Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Señor, apresúrate a socorrernos.

Señor, date prisa en ayudarnos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabado sea el Señor.

El nombre del Señor sea alabado.

Salmo 22

1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.
3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
8 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
12 Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
20 Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26 Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
28 Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 23

1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Lección

Proverbios 18

1 Su deseo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio.
2 No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra.
3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta.
4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
5 Tener respeto a la persona del impío, Para pervertir el derecho del justo, no es bueno.
6 Los labios del necio traen contienda; Y su boca los azotes llama.
7 La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.
8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas.
9 También el que es negligente en su trabajo Es hermano del hombre disipador.
10 Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.
11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada, Y como un muro alto en su imaginación.
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.
13 Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.
14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién sorportará al ánimo angustiado?
15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia.
16 La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes.
17 Justo parece el primero que aboga por su causa; Pero viene su adversario, y le descubre.
18 La suerte pone fin a los pleitos, Y decide entre los poderosos.
19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
22 El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.
23 El pobre habla con ruegos, Mas el rico responde durezas.
24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.

MAGNIFICAT

San Lucas 1:46-55
46
Engrandece mi alma al Señor;
47
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
48
Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre,
50
Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
51
Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
52
Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes.
53
A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.
54
Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia
55
De la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Segunda Lección

Filipenses 4

1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.
2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.
3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación.
15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos;
16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.
17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.
18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.
19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan.
22 Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César.
23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

NUNC DIMITTIS

San Lucas 2:29-32
29
Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra;
30
Porque han visto mis ojos tu salvación,
31
La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32
Luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Salutación y Kyrie

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Oremos.


Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén.

Señor, muéstranos tu misericordia.

Y concédenos tu salvación.

Señor, salva a los gobernantes.

Y escúchanos clementemente cuando te invocamos.

Llena a tus ministros de virtudes.

Y da alegría a tu pueblo elegido.

Señor Dios, defiende a tu pueblo.

Y bendice tu heredad.

Danos paz en nuestros días, oh Señor.

Porque no hay otro que luche por nosotros, sino tú, oh Dios.

Oh Dios, purifica nuestros corazones.

Y no apartes de nosotros tu Santo Espíritu.

Colecta del Día

Oh Señor, que nunca dejas de ayudar y guiar a quienes enseñas a amarte y temerte con perseverancia; consérvanos bajo el amparo de tu benigna providencia, y haz que amemos y temamos sin cesar tu santo Nombre; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

La segunda colecta de la Oración Vespertina

Oh Dios, de quien proceden todos los deseos santos, los buenos consejos y las obras justas; concede a tus siervos la paz que el mundo no puede dar, para que nuestros corazones se dispongan a obedecer tus mandamientos y, al ser defendidos por ti del temor de nuestros enemigos, podamos vivir en reposo y tranquilidad. Por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador. Amén.

La tercera colecta, para pedir ayuda contra todos los peligros

Aclara nuestras tinieblas, te suplicamos, oh Señor, y por tu gran misericordia defiéndenos de todos los peligros y riesgos de esta noche, por amor de tu único Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Amén.

Oración por las Autoridades Civiles

Dios Todopoderoso, cuyo reino es eterno y cuyo poder es infinito: ten misericordia de toda esta tierra, y gobierna de tal manera los corazones de todos los que tienen autoridad [especialmente — ], para que, reconociendo de quién son ministros, busquen sobre todas las cosas tu honor y gloria; y para que nosotros, junto con todo el pueblo, considerando debidamente de quién proviene la autoridad que ellos ejercen, los honremos fiel y obedientemente, conforme a tu bendita palabra y ordenanza. Por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración por el Clero y la Congregación

Dios Todopoderoso y eterno, que eres el único que hace grandes maravillas; envía sobre nuestros obispos y pastores, y sobre todas las congregaciones a su cargo, el saludable Espíritu de tu gracia; y para que realmente te agraden, derrama sobre ellos el rocío continuo de tu bendición. Concede esto, oh Señor, por el honor de nuestro abogado y mediador, Jesucristo. Amén.

Oración de San Juan Crisóstomo

Dios Todopoderoso, que nos has dado gracia para que en este momento te presentemos nuestras súplicas en común; y has prometido que cuando dos o tres estén congregados en tu nombre, les concederás sus peticiones: cumple ahora, oh Señor, los deseos y peticiones de tus siervos, según les convenga más, concediéndonos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero la vida eterna. Amén.

2 Corintios 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

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