Exhortación
Confesión
Absolución
Padrenuestro
Venite
Salmos
1ª Lección
Cántico 1
2ª Lección
Cántico 2
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Colectas
Bendición

Oración Matutina

Fecha: 29 de marzo de 2025

Sábado de la Tercera Semana de Cuaresma

Exhortación General

Muy amados hermanos, las Sagradas Escrituras nos exhortan en muchos lugares a confesar y reconocer la multitud de nuestros pecados y maldades, y a no disimularlas ni ocultarlas ante nuestro Dios y Padre celestial, sino a confesarlas con un corazón humilde, contrito y penitente, para alcanzar el perdón de ellas por su infinita bondad y misericordia. Y aunque en todo tiempo debemos hacer una humilde confesión de nuestras culpas ante su divina presencia, esta obligación es especialmente necesaria cuando nos reunimos para darle gracias por los grandes e inefables beneficios que recibimos de su generosa mano, para proclamar su alabanza, escuchar su santa Palabra y pedirle todo lo necesario, tanto para el cuerpo como para el alma. Por tanto, les ruego a todos los que están aquí presentes que, con un corazón verdaderamente humillado, me acompañen diciendo:

Confesión General

Padre Todopoderoso y misericordioso, nos hemos desviado de tus caminos como ovejas perdidas. Hemos seguido demasiado los deseos y anhelos de nuestro propio corazón. Hemos quebrantado tus santos mandamientos. No hemos hecho lo que debíamos hacer, y hemos hecho lo que no debíamos y no hay salud en nosotros. Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, miserables pecadores. Perdona a quienes confiesan sus faltas. Restablece a los que se arrepienten, según tus promesas declaradas a la humanidad en Cristo Jesús, nuestro Señor. Y por amor a él, concédenos, oh Padre misericordioso, que de ahora en adelante vivamos una vida piadosa, justa y sobria, para la gloria de tu santo Nombre. Amén.

Absolución

El Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y que ha otorgado poder y mandato a sus ministros para declarar y pronunciar al pueblo arrepentido la absolución y el perdón de sus pecados: Él perdona y absuelve a todos los que verdaderamente se arrepienten y sinceramente creen en su evangelio. Por lo tanto, roguémosle que nos conceda un verdadero arrepentimiento y su Santo Espíritu, para que las obras que ahora realizamos le sean agradables, y para que nuestra vida de aquí en adelante sea pura y santa, de modo que finalmente podamos gozar de su gloria eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Señor, abre nuestros labios.

Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Señor, apresúrate a socorrernos.

Señor, date prisa en ayudarnos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabado sea el Señor.

El nombre del Señor sea alabado.

Venite, Exultemus Domino

Salmo 95
1 Venid, celebremos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémoslo con salmos.
3 Porque Jehová es Dios grande y Rey grande sobre todos los dioses.
4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra y las alturas de los montes son suyas.
5 Suyo es el mar, pues él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca.
6 Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor.
7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,
8 no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto,
9 donde me tentaron vuestros padres, me probaron, aunque vieron mi obra.
10 Cuarenta años estuve disgustado con aquella generación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 139

1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Mi senda y mi acostarme has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me cercaste, y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el abismo hiciere mi lecho, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar,
10 aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no ocultan de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú poseíste mis entrañas; me cubriste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré, porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, aunque en oculto fui formado y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
17 ¡Y cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
19 ¡Si mataras, oh Dios, al impío! Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No aborrezco, oh Jehová, a los que te aborrecen, y estoy disgustado con los que se levantan contra ti?
22 Los aborrezco con completo odio, los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
24 y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 140

1 Líbrame, oh Jehová, del hombre malo, guárdame del hombre violento,
2 los cuales piensan males en el corazón, cada día urden contiendas.
3 Aguzan su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios Selah.
4 Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, guárdame del hombre violento, los cuales han pensado trastornar mis pasos.
5 Los soberbios me han escondido lazo y cuerdas; han tendido red junto a la senda; me han puesto trampas Selah.
6 He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.
7 Señor Jehová, fortaleza de mi salvación, tú cubriste mi cabeza en el día de las armas.
8 No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos; no saques adelante sus maquinaciones, para que no se ensoberbezca Selah.
9 En cuanto a la cabeza de los que me rodean, la maldad de sus labios los cubra.
10 Caigan sobre ellos brasas; Dios los haga caer en el fuego, en profundos abismos de donde no salgan.
11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al hombre violento a golpes.
12 Yo sé que Jehová mantendrá la causa del afligido, el juicio de los menesterosos.
13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 141

1 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a venir a mí; escucha mi voz cuando te invoco.
2 Esté mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
3 Pon, oh Jehová, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad, y no coma yo de sus deleites.
5 Hiérame y repréndame el justo, será para mí un favor; este óleo excelente no lo rehúse mi cabeza; pero mi oración será continuamente contra sus maldades.
6 Serán lanzados sus jueces contra los costados de la peña, y oirán mis palabras, que son agradables.
7 Como quien hiende y rompe la tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura.
8 Por tanto, a ti, oh Señor Jehová, miran mis ojos; en ti he confiado, no desampares mi alma.
9 Guárdame de los lazos que me han tendido y de las trampas de los que hacen iniquidad.
10 Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo paso adelante.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Lección

Rut 3

1 Y le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar descanso para ti, donde te vaya bien?
2 Ahora, pues, ¿no es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas has estado? He aquí que él avienta esta noche la cebada en la era.
3 Te lavarás, pues, y te ungirás, y poniéndote tus vestidos, bajarás a la era; no te darás a conocer al hombre hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 Y sucederá que cuando él se acueste, notarás el lugar donde él se acuesta, e irás, y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 Y le respondió: Haré todo lo que tú me digas.
6 Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se fue a dormir al final del montón de grano Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies, y se acostó.
8 Y aconteció que a la medianoche aquel hombre se estremeció y se volvió, y he aquí que una mujer estaba acostada a sus pies.
9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut, tu sierva; extiende el borde de tu manto sobre tu sierva, por cuanto eres pariente redentor.
10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; que has hecho tu última bondad mejor que la primera, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.
11 Ahora, pues, no temas, hija mía; yo haré contigo todo lo que tú digas, pues todos los dirigentes de mi pueblo saben que eres mujer virtuosa.
12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy redentor, con todo eso hay un redentor más cercano que yo.
13 Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, que te redima; pero si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová Acuéstate, pues, hasta la mañana.
14 Y se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que un hombre pudiera reconocer a otro Y él dijo: No se sepa que ha venido mujer a la era.
15 Después le dijo: Dame el manto que traes sobre ti y sujétalo Y sujetándolo ella, él midió seis medidas de cebada y se las puso encima; y él se fue a la ciudad.
16 Y cuando llegó a casa de su suegra, esta le dijo: ¿Qué, pues, hija mía? Y ella le declaró todo lo que aquel hombre había hecho por ella.
17 Y dijo: Me dio estas seis medidas de cebada diciéndome: No vayas con las manos vacías a tu suegra.
18 Entonces Noemí dijo: Espera, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto, porque aquel hombre no descansará hasta que hoy concluya el asunto.

BENEDICITE, OMNIA OPERA

Bendecid al Señor, todas las obras del Señor

Bendecid al Señor, todas las obras del Señor:

alabadle y ensalzadle por siempre.

Bendecid, cielos, al Señor,

bendecid al Señor, Ángeles del Señor.

Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos:

bendiga todo poder al Señor.

Bendecid al Señor, sol y luna:

estrellas del cielo, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, toda la lluvia y el rocío:

todos los vientos, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, el fuego y el calor:

frío y calor, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, rocíos y escarchas:

hielo y frío, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, hielos y nieves:

noches y días, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, luz y tinieblas:

rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor:

alábele y ensálcele por siempre.

Bendecid al Señor, montes y collados:

todas las cosas que germinan en la tierra,

bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, mares y nos:

fuentes, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor,

ballenas y todo lo que vive en el mar:

todas las aves del cielo, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, todos los animales y ganados:

bendecid, hijos de los hombres, al Señor.

Bendice, Israel al Señor:

alabadle y ensalzadle por siempre.

Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor:

bendecid al Señor, siervos del Señor.

Bendecid al Señor, espíritus y almas de los justos:

santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael:

alabadle y ensalzadle por siempre.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo:

alabémosle y ensalcémosle por siempre.

Bendito eres en el firmamento del cielo:

y loable y glorioso por siempre.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Segunda Lección

Juan 16

1 Estas cosas os he hablado para que no os escandalicéis.
2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os mate pensará que rinde servicio a Dios.
3 Y estas cosas os harán porque no han conocido al Padre ni a mí.
4 Pero os he dicho estas cosas para que, cuando llegue aquella hora, os acordéis de ellas, que yo os lo había dicho Mas estas cosas no os las dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?
6 Antes, porque os he hablado estas cosas, la tristeza ha llenado vuestro corazón.
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio:
9 de pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;
10 y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
13 Pero cuando venga aquel, el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.
14 Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío y os lo hará saber.
16 Un poco, y no me veréis; y otra vez un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre.
17 Entonces dijeron algunos de sus discípulos entre sí: ¿Qué es esto que nos dice: Un poco, y no me veréis; y otra vez un poco, y me veréis; y: Porque yo voy al Padre?
18 Decían, pues: ¿Qué es esto que dice: Un poco? No entendemos lo que dice.
19 Cuando supo Jesús que querían preguntarle, les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poco, y no me veréis; y otra vez un poco, y me veréis?
20 De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.
21 La mujer, cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
22 Así vosotros, ciertamente, ahora tenéis tristeza, mas os veré otra vez y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.
23 Y en aquel día no me preguntaréis nada De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
25 Estas cosas os he hablado en alegoría; la hora viene cuando ya no os hablaré en alegorías, sino que claramente os hablaré acerca del Padre.
26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27 pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
29 Le dijeron sus discípulos: He aquí, ahora hablas claramente y ninguna alegoría dices.
30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios.
31 Les respondió Jesús: ¿Ahora creéis?
32 He aquí, la hora viene, y ya ha venido, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

BENEDICTUS

San Lucas 1:68-79
68
Bendito el Señor, Dios de Israel, que ha visitado y hecho redención a su pueblo,
69
y nos levantó un cuerno de salvación en la casa de David, su siervo
70
(como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio),
71
salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecieron;
72
para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su santo pacto;
73
del juramento que juró a Abraham, nuestro padre, que nos había de dar,
74
que sin temor, librados de la mano de nuestros enemigos, lo serviríamos
75
en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida.
76
Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor para preparar sus caminos,
77
para dar conocimiento de salvación a su pueblo, por la remisión de sus pecados,
78
por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó de lo alto la aurora,
79
para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para encaminar nuestros pies por camino de paz.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Salutación y Kyrie

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Oremos.


Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Padrenuestro y Súplicas

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén.

Señor, muéstranos tu misericordia.

Y concédenos tu salvación.

Señor, salva a los gobernantes.

Y escúchanos clementemente cuando te invocamos.

Llena a tus ministros de virtudes.

Y da alegría a tu pueblo elegido.

Señor Dios, defiende a tu pueblo.

Y bendice tu heredad.

Danos paz en nuestros días, oh Señor.

Porque no hay otro que luche por nosotros, sino tú, oh Dios.

Oh Dios, purifica nuestros corazones.

Y no apartes de nosotros tu Santo Espíritu.

Colecta del Día

Te suplicamos, Dios Todopoderoso, que mires los deseos sinceros de tus humildes siervos, y extiendas la diestra de tu Majestad para ser nuestra defensa contra todos nuestros enemigos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Segunda colecta por la paz

Oh Dios, autor de la paz y amante de la concordia, de cuyo conocimiento depende nuestra vida eterna, y cuyo servicio es plena libertad; defiende a estos tus humildes siervos en todos los ataques de nuestros enemigos, para que confiando plenamente en tu protección, no tengamos motivo de temer el poder de ningún adversario, por el poder de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Tercera colecta por la gracia

Señor, nuestro Padre celestial, eterno y Todopoderoso, que nos has llevado con seguridad al comienzo de este día: guárdanos en él con tu gran poder, y concede que hoy no caigamos en ningún pecado ni enfrentemos peligro alguno; antes bien, que todas nuestras acciones sean dirigidas por tu guía, para que siempre hagamos lo que es justo y agradable a tus ojos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración por las Autoridades Civiles

Dios Todopoderoso, cuyo reino es eterno y cuyo poder es infinito: ten misericordia de toda esta tierra, y gobierna de tal manera los corazones de todos los que tienen autoridad [especialmente — ], para que, reconociendo de quién son ministros, busquen sobre todas las cosas tu honor y gloria; y para que nosotros, junto con todo el pueblo, considerando debidamente de quién proviene la autoridad que ellos ejercen, los honremos fiel y obedientemente, conforme a tu bendita palabra y ordenanza. Por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración por el Clero y la Congregación

Dios Todopoderoso y eterno, que eres el único que hace grandes maravillas; envía sobre nuestros obispos y pastores, y sobre todas las congregaciones a su cargo, el saludable Espíritu de tu gracia; y para que realmente te agraden, derrama sobre ellos el rocío continuo de tu bendición. Concede esto, oh Señor, por el honor de nuestro abogado y mediador, Jesucristo. Amén.

Oración de San Juan Crisóstomo

Dios Todopoderoso, que nos has dado gracia para que en este momento te presentemos nuestras súplicas en común; y has prometido que cuando dos o tres estén congregados en tu nombre, les concederás sus peticiones: cumple ahora, oh Señor, los deseos y peticiones de tus siervos, según les convenga más, concediéndonos en este mundo el conocimiento de tu verdad y en el venidero la vida eterna. Amén.

2 Corintios 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

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